Un regulador de presión es una válvula que regula la presión de funcionamiento de una instalación constantemente y compensa oscilaciones de presión.
Si bien, en la mayorÃa de las instalaciones la presión de lÃnea es de cinco a seis bar, se recomienda utilizar un regulador de presión para evitar que haya sobre presiones no deseadas en las máquinas.
Por otra parte es necesario saber que un regulador de presión NO aumenta la presión de la lÃnea. Si la lÃnea da un máximo de 5 bar y tú ajustas el regulador a 6 bar de salida, lo máximo que tendrás a la salida es 5 bar. Esto puede parecer obvio cuando se comenta, pero suele ser un problema común de problemáticas en plantas industriales cuando la gente no tiene las bases de neumática.
El sÃmbolo de un regulador de presión incluye un pequeño cuadro con una flecha que apunta en ambas direcciones. De ese pequeño cuadro se deriva una lÃnea punteada de un lado (abajo, en la imagen que está en este post). También se aprecia un resorte atravesado por una fecha, que simbolizan la regulación a través de un resorte. El sÃmbolo del regulador de presión puede incluir un antirretorno y un manómetro, aunque estos elementos son opcionales y dependen del modelo especÃfico de un producto fÃsico.
Los reguladores de presión pueden ser de accionamiento directo o de accionamiento servopilotado.
Cuando el accionamiento es directo, internamente se tiene un resorte anclado a la membrana que permite el flujo del aire. AsÃ, cuando se gira la perilla del regulador, el resorte se tensa o se libera y, con base en esto, se permite el paso del flujo de aire.
Cuando el accionamiento es servopilotado, el funcionamiento es similar al servopilotaje en una válvula direccional, es decir, se usa aire comprimido para el funcionamiento. En este caso, el aire que se está regulando se nivela con base al aire de pilotaje que se está inyectando.
Los reguladores con accionamiento servopilotado normalmente se utilizan para aplicaciones con grandes flujos.